lunes, 14 de octubre de 2019

Práctica 1. La mirada del otro/a.

Mi maestra del curso pasado se llamaba Belén. Era una chica de 24 años bastante alegre y divertida, me gustaba ir a clase con ella. El primer día que la vi llegar, pensaba que no era una maestra porque parecía más joven de lo que era. Me pareció bastante maja e hicimos juegos y dinámicas para conocernos mejor,¡eso me gustó mucho!

En sus clases, no siempre utilizábamos libro... ¡menos mal! porque en casi todas las asignaturas, no hacemos otra cosa que fichas y ejercicios del libro de texto. Con ella como profe, durante el curso, hicimos murales, dinámicas para conocernos a nosotros/as mismos/as y a los/las demás, vimos alguna película y muchos cortos para después reflexionar y darnos cuenta de las cosas más importantes de la vida. 

Lo que más me gustaba de sus clases era que después de trabajar y hacer lo que tocaba ese día, siempre nos dejaba jugar un rato a algún juego de grupo. Nos los pasábamos bien porque Belén es scout y se sabía muchos juegos diferentes. 

Otra de las cosas que más me gustó fue un juego/dinámica en la que todos/as los compañeros y compañeras de la clase nos dijimos lo que más nos gustaba de cada uno/a. Con esto, nos dimos cuenta de que tenemos un montón de cualidades que a nosotros/as nos cuesta ver pero que el resto de personas si se da cuenta. 

La maestra Belén, a veces se enfadaba mucho, aunque se le pasaba rápido... cuando lo hacía chillaba demasiado y sacaba al pasillo a los que se portaban mal para que se relajaran. Lo que menos me gustaba era que cuando se enfadaba nos dejaba sin los juegos del final de clase y era un aburrimiento. 

Por otro lado, era un poco despistada porque decía que tenía muchas cosas en la cabeza. Alguna vez, nos prometía algo para la clase siguiente y luego se olvidaba.

¡Así era y así recuerdo a la profesora Belén!

ANTES DE LA CORRECCIÓN: 
 

DESPUÉS DE LA CORRECCIÓN: 






1 comentario:

  1. Seguro que dejaste un gran recuerdo a tus alumnas. Yo también voy siempre un poco despistado :)

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