lunes, 21 de octubre de 2019

Práctica 1. La mirada del otro.

Hubo una temporada en la que vino a nuestra clase, según lo que nos dijo nuestra profesora, un nuevo profesor para ayudarnos en todo lo posible, tanto a nosotros como a nuestra maestra en el día a día. Su nombre es Miguel y se está preparando para ser un profesor como los que tenemos ahora en nuestras clases y asignaturas diarias.

Al principio, parecía un poco tímido y callado, pero según fueron pasando los días, y en la medida en la que nos íbamos conociendo, aprendía cosas sobre nosotros (nombre, aficiones, las asignaturas que nos gustaban o en las que teníamos más dificultades, etc.). Fue como un profesor más dentro del aula, al que podíamos preguntarle nuestras dudas o inquietudes, a veces, incluso preguntándole antes a él que a nuestra profesora. Estaba con nosotros en casi todas las asignaturas, por lo que dentro de clase era como uno más, es por ello que, muchas veces, no lo veíamos como un profesor, sino como un compañero más de clase.

Es cierto que, a veces, estaba de mal humor o no jugaba en algunos recreos (normalmente siempre estaba con nosotros o con el resto de profesores, tanto en los patios como en las clases de educación física), pero, para ser sinceros, nosotros también nos portamos mal a veces, por lo que se nos olvidaba enseguida y no se lo teníamos en cuenta.

Por último, al año siguiente, cuando volvió Miguel, ya nos conocía a todos y cada uno de nostros, por lo que ya no estaba nervioso o tímido al principio y sabía lo que nos gustaba a cada uno de nosotros, las asignaturas que más nos costaban o las preocupaciones que teníamos, de forma que era mucho más fácil preguntarle nuestras dudas y saber que nos iba a ayudar en todo lo que pudiera.

  • Texto elaborado por Miguel Jordà Camps:

  • Texto corregido por @ApGeniso:
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

¡Práctica de los lunes!

¡Bienvenid@ compañer@!  Mi relación con la música... digamos que ha crecido, y crece, de manera exponencial. Desde pequeña, me he ...