20
de mayo de 2030
De
nuevo la clase se ha quedado en silencio después de mi explicación. No ha
servido de nada hacer preguntas directas, ni analizar las cosas a partir de
ejemplos que les ocurren en la vida real. Nadie se enfada, ni se irrita, nadie debate
ni discute, nadie tiene una opinión, nadie siente. No piensan.
21
de mayo de 2030
Todo
sigue igual.

22
de mayo de 2030
Siguen
sin mostrar ninguna alteración o perturbación, da igual de que les hable.
Puede
parecer que nada ha cambiado desde el 2020, pero créeme, todo es diferente. El
arte hace mucho tiempo que desapareció de tu vida, de la mía, de la de todos,
en todas sus formas. Ya nadie recuerda a Van Gogh ni a Rembrandt, nadie podrá
admirar la noche estrellada sobre el Ródano, ni cantar una canción de Phil
Collins. Ni siquiera lo echará en falta, porque no recuerdan nada, no sienten,
no ríen ni lloran. No aman. No saben pensar.
Hoy será mi último intento, mi intento número
394.
Si
consigo que alguien se planté algo, seguiré intentándolo, de otro modo, me
marcharé. Ha pasado más de un año desde que vacunaron a la gente. Consideraba que
los medios de comunicación estaban intentando crear un estado de alerta y terror
en la gente que no era real, así que no me vacune contra el maletvirus. Por eso
yo recuerdo, siento y pienso, aunque nadie puede darse cuenta de ello.
En clase todos los días son iguales. Cuando
llego a clase recibo a los alumnos y saludamos al gerente de la corporación, después
vemos documentales sobre la historia (reescrita) del mundo. En los videos, se
explican los crímenes que se realizaron contra Hitler o Franco, dos grandes
figuras de “nuestra” historia que trataron de contribuir a la mejora de la
especie y del mundo. Después almorzamos lo que parece un revuelto de gachas y
carne y enseño a sumar a mi alumnado. Las clases son rápidas y eficientes pues
todo lo que digo se asume inmediatamente en sus cabezas. Más tarde, se supone
que tenemos conversaciones en grupo para hablar de los logros que consigue la corporación
día a día, aunque la mayoría de las veces son acciones que ni siquiera han
sucedido.
23
de mayo de 2030
Un
niño me ha preguntado por qué las hojas de los árboles son verdes ¿No es
maravilloso? Es la mejor noticia que me han dado en mucho tiempo, exactamente 455
días y 394 intentos clase tras clase.
Hoy
tengo esperanza. Si puedo hacer que reflexionen sobre cualquier pequeño
concepto de sus vidas, por mínimo que sea, su sistema no es infalible. No han conseguido
reducir a cero la capacidad innata del ser humano de preguntarse, de pensarse y
para mí eso es suficiente pues, si solo pensando se aprende a pensar, ¿cómo van
a conseguirlo sin nadie que les impulse a ello? Soy consciente de que solo es
una pregunta, de que únicamente podré llegar a influir en una clase, pero si
eso no me parece suficiente, si no considero que vaya a cambiar en nada las
cosas, si no me merece la pena quedarme e intentarlo sabiendo que hay esperanza
¿por qué escogí esta carrera?
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