La mirada
del otro
Hoy vengo a hablaros de mi maestra o como a mí me gusta llamarla cariñosamente,
seño Almu. Ella es alta, tiene los ojos marrones y el pelo rizado con unos
rizos muy bonitos. Casi siempre se viste de la misma forma, le gusta llevar
pantalones vaqueros y blusas de colores. Parece su uniforme de trabajo, pero a
mi me encanta el estilo que tiene para vestir.
Almudena es un poco tímida con los mayores aunque con nosotros tiene mucha
fuerza para dar clase. Le encanta enseñarnos cosas nuevas y dice que está
aquí también para aprender de nosotros. Nunca la he visto triste. Todos los
días entra con una sonrisa al colegio, pero seguro que también tiene problemas
como todos los adultos. Eso sí, no os podéis imaginar lo responsable que es. Le
encanta llevar todo muy planificado y tiene una agenda preciosa para que no se
le olvide nada. Además, es muy tranquila y paciente, me ayuda con todo lo que
necesito sin perder los nervios y nunca pone pegas para nada. Se pasa el día motivándonos
para que consigamos cualquier cosa. Lo que más me gusta de ella es que podemos
preguntarle lo que queramos, que respeta nuestras opiniones y nos da mucha
confianza. Pero una cosa os voy a decir, no cabreéis mucho a la seño Almu,
porque cuando se enfada se calla y nos mira fijamente, aunque se le pasa muy
rápido.
¿Sabéis una cosa? ¡Tenéis que ver las actividades que hace! No solo utilizamos
el libro, también trae muchas cosas diferentes que prepara en casa para que nos
divirtamos. Por ejemplo, todos los lunes cuando llegamos a clase nos tiene
preparada la canción de la semana. La utiliza cada día cuando volvemos del
recreo para calmarnos. A mí me encanta y me relaja. Sin duda alguna con
Almudena aprendo mucho y de forma divertida. Se nota que le gusta su trabajo.
Práctica sin
corregir
Práctica
corregida
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