Cuenta una maestra de casi treinta años reales y cuarenta
virtuales que actualmente, en el año 2030, la docencia fomenta la inteligencia
y creatividad, así como el uso de las tecnologías en un mundo donde permanece
la realidad virtual.
Es una etapa donde
los alumnos que tenemos en las clases crean su propia enseñanza, de forma
autónoma en algunas ocasiones, aunque se combina con actividades en grupo donde
unos ayudan a otros.
Se trabajan varias áreas de estudio, como Sociales,
Matemáticas y no me acuerdo que más asignaturas se daban años atrás, ya que hoy
en día todo se trabaja de forma global, se realizan proyectos guiados donde se
usan instrumentos como tablets y gafas virtuales para ver realidades
tridimensionales, escenarios donde la gente se mueve en diferentes direcciones
para trabajar los puntos cardinales, los tiempos y una infinidad de aspectos
matemáticos como las formas geométricas en objetos que forman el escenario o el
recorrido que siguen al andar los personajes del proyecto, así como la velocidad
en tiempos cuando andan. Todo ello tiene unos creadores, sí son ellos, nuestros alumnos.
Estas realidades
virtuales incluyen diferentes animales invertebrados o vertebrados como peces,
anfibios, reptiles, aves y mamíferos. También podemos añadir plantas de hoja
caduca o perenne y por qué no, también podemos crear museos que hay en nuestro país para trabajar etapas históricas.
Infinidad de
actividades sacadas de infinitas ideas, esas que brotan en unos cerebros más que en
otros, pero todas dignas de conocer, para investigar ese mundo en el que viven,
ese que puede que sea real o virtual.
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