LA MIRADA DEL OTRO
Yo creo que mi maestra María, el primer día que entró a clase, tenía un poco de miedo, seguramente porque estábamos en clase de italiano y yo creo que no se enteraba mucho de lo que decíamos. A la seño Raquel le hizo mucha ilusión que llegara, porque cuando presentó a la seño María no paraba de hablar y de contar todas las cosas divertidas que podríamos hacer. La seño María es divertida porque siempre que se lo pedimos nos enseña una canción nueva o un juego, y en el patio nos deja jugar a peinarla y hacerle trenzas.
Un día, la seño María se quedó sola en clase. Resulta que la seño Raquel estaba malita y ese día sí fue un poco aburrido porque nos saltamos informática e hicimos tres fichas seguidas. Después se dio cuenta de que ya estábamos muy aburridos, así que decidió que era mejor que jugásemos y estuvimos haciendo rincones , ¡eso sí es divertido!
La seño María siempre es muy buena, nos ayuda cuando se lo pedimos y siempre nos hace cosquillas, también nos abraza y juega con nosostros. Además, le gusta mucho leer cuentos y conoce un montón de historias.
Me dio mucha pena cuando la seño tuvo que volver a España, le hicimos una fiesta y nos despedimos de ella. Hace unos meses recibimos una carta suya, nos hizo mucha ilusión. Fue genial tenerla en clase.
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