PRÁCTICA FINAL CON LAS MODIFICACIONES INTRODUCIDAS:
¡Hola! Yo soy Valeria, tengo 12 años, y la verdad es que me gusta mucho ir al cole porque siempre pasa algo diferente. De hecho, un día como otro cualquiera llegué y… ¡¡¡había una profe nueva!!!
A mí me parecía una
niña mayor con la que poder jugar porque siempre se estaba riendo y
nos contaba gran cantidad de historias. Pero, no era como las demás
profes. En el recreo, no se quedaba hablando con los mayores de cosas de fuera del cole, sino que disfrutaba con nosotros y parecía que se lo pasaba
realmente bien. Algunos profes miraban a la seño Paloma algo extrañados, ya que
creían que sólo jugaba; sin embargo, aprovechaba yo creo que hacía otras cosas más importantes, como incluir a aquellos
compañeros/as que no solían estar con nosotros, nos hacía pensar... Era muy
divertido.
Por otro lado, de
repente, empecé a darme cuenta de que dos compañeros de clase que había
considerado diferentes desde el principio de la escuela... ¡¡no lo eran
tanto!! Comenzaron a hacer las actividades que hacíamos los demás y no sé cómo, pero la seño
Paloma conseguió que fueran
un poco más felices, y ya no salían tantas horas fuera de clase. Esto hizo que ellos fueran más autónomos y que los/as compañeros/as se implicasen cuando había alguna dificultad. ¡Me gustó mucho poder ver eso!
Debo destacar que era una profe muy democrática, le encantaba que hiciéramos votaciones y
saber nuestra opinión en todo momento. Después, solía incluir nuestras ideas en
nuestro aprendizaje y así conseguía que fuera más agradable. Lo
que más me gustaba sin duda, era que la seño Paloma dejaba un poco de lado eso de ser adulta y se ilusionaba dando clase mucho más que nosotros.
A menudo era un poco olvidadiza e inocente. Creo que esto era por la poca experiencia que tenía como maestra en un aula real, y algunas situaciones eran totalmente nuevas para ella. Además, no le gustaba nada que nos portásemos mal, y por ello, a veces se enfadaba mucho, aunque la verdad... ¡no le duraba demasiado tiempo!
A menudo era un poco olvidadiza e inocente. Creo que esto era por la poca experiencia que tenía como maestra en un aula real, y algunas situaciones eran totalmente nuevas para ella. Además, no le gustaba nada que nos portásemos mal, y por ello, a veces se enfadaba mucho, aunque la verdad... ¡no le duraba demasiado tiempo!
Creo que el curso que
viene echaré de menos a la seño Paloma. Ella seguro que no nos olvidará, pero
nosotros a ella tampoco. Estoy convencida de que intentará mejorar los aspectos que he comentado en
sus clases, pues no lo he
dicho, pero es una profe algo cabezona y perfeccionista. ¡Ojalá le vaya bien!
¡Se lo merece!
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