LA MIRADA DEL OTRO

Estoy de camino al colegio y me siento más nervioso de los normal, ayer la profe nos dijo que hoy tendríamos un nuevo maestro que viene a ayudarle durante algunos meses. ¿Cómo será? ¿Será simpático? ¿Nos enseñará cosas nuevas? ¿Le gustará el fútbol como a mí?

¡Hala! ¡Ahí está, junto a la profe! Parece joven y sonríe mucho, quizás esté igual de nervioso que yo, para él esto también es nuevo.

Llevamos toda la mañana conociéndole, ¡qué bien! No hemos dado ni matemáticas, ni lengua, ni valenciano, y la verdad que parece muy simpático. Se llama Miguel, igual que yo, está estudiando para ser maestro, tiene 22 años y le encanta el fútbol, pero... es del Real Madrid, qué fallo.

Miguel ya lleva un mes con nosotros y nos está enseñando muchísimas cosas, no explica tan bien como la profe, pero lo hace diferente, nos enseña todo el rato con juegos, adivinanzas, juegos de palabras y siempre trabajando en grupo ayudándonos los unos a los otros. Eso me gusta, porque se me pasan las clases muy rápido, cuando quiero darme cuenta es la hora del recreo, donde lo pasamos genial porque Miguel  juega con nosotros al fútbol, ¡nunca ningún profe había jugado con nosotros!  El equipo en el que él va siempre gana y eso que hemos puesto una norma para que Miguel no pueda meter gol. Me ha contado que es entrenador de un colegio que hay cerca de su casa, ojalá pudiera jugar yo en ese equipo…

                Hoy estoy muy triste, es el último día de Miguel con nosotros, ¿Qué vamos a hacer sin él? Los partidos del recreo serán un rollo y ya no aprenderemos en grupos y jugando. Menos mal que nos has dicho que el año que viene volverá y además estará con nosotros más tiempo del que ha estado este año.  Muchos están llorando, pero yo me estoy aguantando igual que está haciendo él, espero que el curso pase rápido y pronto esté de nuevo con nosotros. 

Antes de la corrección:

Después de la correción: