Aquel día, la humanidad recibió un triste recordatorio, en el que vivíamos con miedo a aquellos capaces de dominar nuestras mentes y caídos en la deshonra de permanecer atrapados dentro de estas rejas, que llamamos muros. Estos no muertos, carentes de alma, divagaban sin un rumbo fijo fuera
de estas gigantescas jaulas, esperando el momento para atrapar a sus
presas perfectas, aquellos que se formaron para hacer de este un mundo mejor.
Era 23 de abril y, como de costumbre, todos en la ciudadela estábamos celebrando el Día Internacional del Libro en VR. Fue entonces cuando sucedió todo, el muro principal del distrito más cercano a las afueras acababa de ser derribado. Esos monstruos, con aparente fisionomía humana, arrasaron con todo a su paso y se llevaron a la gente para convertirla en "Homer´s", docentes lentos y con la inteligencia de una piedra.
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Desde entonces todo había cambiado. Ya nada era lo mismo. Los supervivientes tuvimos que trasladarnos hacia el interior del muro, debido a que el distrito que acababa de ser destruido estaba plagado de Homer´s. Ellos eran más fuertes que nosotros, ya que contaban con el apoyo del gobierno, pero nosotros pronto comenzamos a pensar en la forma de vencerlos. Fue entonces cuando varios maestros y maestras decidimos formar un grupo de investigación.
Tras varios meses de desesperación y temor a un nuevo ataque, fuimos capaces de dar con la clave de todo, gracias a que a unos viejos recuerdos que inundaron mi mente y, que, sin saber por qué, había borrado de ella. Así pues, después de mucho esfuerzo, recordé que mi padre había estado experimentando en secreto con esos seres y, efectivamente, existía una cura. Sin embargo, toda la información sobre esta se encontraba oculta en el sótano de su casa, ubicada en la zona del desastre.
Gracias a los avances tecnológicos, pudimos desplazarnos en un DeLorean, incapaz de viajar en el tiempo, pero con poder suficiente para teletransportarnos instantáneamente al lugar donde todo comenzó.
Una vez allí, conseguimos dar con nuestro objetivo, pero una manada de Homer´s nos atacó con sus libros sumamente caros y recién plastificados. Algunos de mis compañeros fueron transformados, hasta que pudimos devolver el ataque con un par de aplicaciones TIC que acababan de salir al mercado y, entonces, pudimos acceder al sótano de mi padre. Allí, conseguimos dar con la cura. En primer lugar, plantearíamos un proyecto gamificado que más tarde llevaríamos a cabo con los Homer´s. Y así fue. Los Homer´s aprendieron jugando y divirtiéndose, y evolucionaron a "Hawking´s", seres pensantes y capaces de innovar. Definitivamente, todo volvió a la normalidad.
Han pasado diez años y, ¡vaya, cómo han cambiado las cos...! ¡Maldito Homer! Me dejó grabado en el brazo la definición de adjetivo, página 36. Espero no convertirme en uno de ell... D´oh!
Tras varios meses de desesperación y temor a un nuevo ataque, fuimos capaces de dar con la clave de todo, gracias a que a unos viejos recuerdos que inundaron mi mente y, que, sin saber por qué, había borrado de ella. Así pues, después de mucho esfuerzo, recordé que mi padre había estado experimentando en secreto con esos seres y, efectivamente, existía una cura. Sin embargo, toda la información sobre esta se encontraba oculta en el sótano de su casa, ubicada en la zona del desastre.
Gracias a los avances tecnológicos, pudimos desplazarnos en un DeLorean, incapaz de viajar en el tiempo, pero con poder suficiente para teletransportarnos instantáneamente al lugar donde todo comenzó.
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